«Queremos un renacimiento de Europa a partir de los valores cristianos y tradicionales», así puede resumirse el deseo convergente de Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, Viktor Orbán, primer ministro húngaro, y Matteo Salvini, líder de la Liga, el principal partido de derecha en Italia, en una significativa reunión trilateral realizada en Budapest el pasado 1 de abril.
En el encuentro, que duró 2 horas, los tres políticos acordaron establecer vículos de cooperación formal en el Parlamento Europeo (PE) entre la Liga, el partido Fidesz de Orbán y Ley y Justicia (PiS) de Morawiecki; y quizá, crear un nuevo grupo político continental.
La suma de los eurodiputados de las tres siglas les convertiría – ya de inicio – en el tercer mayor grupo de conservador o de derecha en el Europarlamento, con por lo menos 42 escaños. La posibilidad de que legisladores de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Identidad y Democracia (ID) e incluso del Partido Popular Europeo (PPE) les sigan es alta; si llegan a 100, se convirtiría en el tercer bloque más numeroso en el órgano legislativo.
«Libertad, dignidad, cristianismo, familia, soberanía nacional es lo que representamos. También decimos no a la censura, al Imperio Europeo de Bruselas, al comunismo, a la inmigración ilegal y al antisemitismo. Estos son los valores que compartimos, […] es el inicio de un largo camino, nos encontramos para planear conjuntamente el futuro», subrayó Orbán.
Para Salvini, el objetivo de la nueva alianza tripartita debe ser «que el pueblo europeo salga de uno de sus períodos más oscuros para situar en el centro la esperanza, la familia, el trabajo, los derechos y las libertades. […] que no sea solo la izquierda la que determina el futuro; hay que ofrecer una alternativa frente a quienes cuestionan las raíces (de Europa)».
En el mismo sentido, Morawiecki afirmó que hay fuerzas quieren desviar a Europa los valores que la formaron, para un verdadero desarrollo la Unión necesita volver a sus raíces cristianas. «La Unión Europea actualmente está desintegrada […] y nosotros aspiramos a representar a las más diferentes personas en un ancho espectro», dijo.
Orbán negó que la alianza sea «radical» o «ultra» en los terminos que la izquierda sí lo es, y apuntó que hay millones de europeos sin representación política adecuada, incluídos los democratas cristianos porque el PPE – que se considera centrista – ha cooperado cada vez más con la izquierda”. Ese es el motivo por el cual su partido recientemente abandonó el bloque del PPE en el europarlamento.
Los tres líderes volverán a reunirse en mayo para avanzar en la construcción de la alianza.