El Parlamento Europeo (PE) aprobó este jueves 24 de junio por 378 votos a favor, 255 en contra y 42 abstenciones el Informe Matić que considera el aborto como un «derecho fundamental», ignora la soberanía de los Estados miembros, y exige, entre otras cosas, que deroguen la objeción de conciencia para médicos, funcionarios e instituciones de salud.
El informe es ahora una resolución. No es vinculante, pero ofrece el soporte político y narrativo para impulsar el aborto libre en las leyes de los países de la Unión Europea (UE) bajo el argumento que fue «reconocido como derecho» por la mayoría del Parlamento.
Es una especie de «ley blanda» que se usará para presionar a países como Polonia, que ha conseguido restringir progresivamente el aborto legal; o Malta, donde no se permite bajo ninguna circunstancia.
El informe fue aprobado con los votos en bloque de los grupos parlamentares Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, Los Verdes, La Izquierda y Renovar Europa (329 votos), los tres primeros son grupos izquierdistas y el último está integrado por liberales que se presentan como centristas. Recibió también 36 votos del Partido Popular Europeo (EPP, por sus siglas en inglés), entre ellos 2 de sus vicepresidentas; 1 del grupo Identidad y Democracia (ID), ambos de derecha, y 12 de diputados independientes.
Además, 34 diputados de derecha o conservadores se abstuvieron de votar: 18 del EPP, 11 del grupo parlamentario Conservadores y Reformistas Europeos (ERC, por sus siglas en inglés), 1 de ID y 4 independientes. Vea como votó cada legislador aquí.
El partido Vox, de España, a través del ERC interpuso un recurso de inadmisibilidad para evitar que el informe fuera votado en el pleno; pero fue rechazado por 391 votos, contra 280. Esta primera votación, realizada el día 23, ya preanunciaba el resultado de la votación final. Además, fueron presentadas dos propuestas de resolución alternativas, para sustituir el informe, una del ERC y otra del EPP. Ambas se rechazaron.
Un informe radical
El Informe sobre la Situación de la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos en la UE en el Marco de la Salud de las Mujeres elaborado por el eurodiputado Predrag Fred Matić, del Partido Socialdemócrata de Croacia, y finalizado en la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género (FEMM) del Parlamento, es un texto radical. Usted puede leerlo aquí.
El documento asegura que las mujeres tienen un derecho reconocido de acceso a la salud, que contempla también la «salud sexual y reproductiva», en la que el aborto juega supuestamente un papel fundamental para garantizar la «autonomía corporal de mujeres y niñas».El párrafo 33 pide a los Estados miembros que «garanticen el acceso universal al aborto seguro y legal».
El 34 les exige despenalizarlo, y eliminar y combatir los obstáculos que limitan su práctica; e insta a la UE a integrar en su próxima estrategia sanitaria todos los «derechos sexuales y reproductivos, incluido el derecho al aborto».
El numeral 35 solicita que se revise la legislación de los Estados miembros para garantizar que todo aborto solicitado por una mujer pueda ser realizado «en la fase precoz del embarazo e incluso en una fase más avanzada», ya que su «prohibición o denegación puede considerarse un acto de violencia de género».
Además, en tres párrafos (36 – 38), el texto lamenta que los gobiernos permitan a médicos, profesionales e instituciones de salud negarse a realizar abortos «sobre la base de la denominada cláusula de conciencia», que se basa en «creencias personales», y exige que se «apliquen medidas normativas y coercitivas eficaces» para inhibirla, pues – dice – «su ejercicio viola los derechos de las mujeres».
«Hombres embarazados» y género, mucho género
El informe aprobado abraza también la perspectiva ideológica de género, utiliza ese y otros conceptos conexos como si fueran categorías consolidadas y aceptadas en el orden jurídico de todos los Estados miembros, lo que aún dista de la realidad.
En el párrafo «N», afirma, por ejemplo, que en determinadas circunstancias «los hombres transgénero y las personas no binarias también pueden quedarse embarazados y deben, en tales casos, beneficiarse de medidas y de cuidados relacionados con la gestación y el parto sin discriminación por razón de su identidad de género». ¿Confuso? En realidad, los «hombres transgénero» son mujeres que aseguran ser hombres.
El párrafo 72 pide que en se utilice «un enfoque interseccional para garantizar que las mujeres y las niñas, tanto transgénero como cisgénero; las personas de género no binario y las mujeres lesbianas, bisexuales e intersexuales tengan un acceso igualitario a los servicios y los derechos de salud sexual y reproductiva».
Respecto a la infertilidad, la resolución dicta que no se considere la definición que da la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues «no abarca la realidad de las mujeres lesbianas y bisexuales, ni la de las personas transgénero, las parejas del mismo sexo o las mujeres solteras […] que pueden no ser capaces de demostrar su ‘infertilidad’ y, por lo tanto, ver denegado su acceso a técnicas de reproducción asistida».
Además, insta a los Estados miembros a garantizar «el acceso universal» a una educación sexual integral «para todos los alumnos de primaria y secundaria, así como para los menores no escolarizados», que se caracterice por «un enfoque basado en los derechos y centrado en la perspectiva de género» (numeral 26 y considerando ‘q’).
En manos de los bárbaros
El eurodiputado español Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el PE, subrayó que el resultado de la votación aleja a la UE de sus valores fundacionales y la entrega en las manos de los bárbaros que ven en el asesinato de bebés en gestación un derecho.
La diputada polaca, Jadwiga Wiśniewska, del partido Ley y Justicia, aseveró que la resolución aprobada conculca el derecho fundamental del que se derivan todos los demás derechos y usurpa una competencia de los Estados miembros, sentando un precedente gravísimo que coloca en riesgo la Estado de derecho en la UE.
Luego de la votación, Matić comentó dijo que la aprobación de su informe «marca una nueva era en la Unión Europea y la primera resistencia real a una agenda regresiva que ha pisoteado los derechos de las mujeres en Europa durante años».
La afirmación del legislador croata es significativa, porque na abertura del debate que antecedió la votación, el aseguraba que la propuesta de resolución «no trataba de aborto» como afirmaban según el, de forma mentirosa, «fundamentalistas financiados por millones de euros» provenientes de Estados Unidos y Rusia.
En 2013, la diputada Edite Estrela intentó aprobar una resolución similar, pero el Parlamento la rechazó y reconoció que la cuestión del aborto era competencia exclusiva de los Estados miembros. Matić reconoce que su iniciativa es heredera de la de Estrela y espera que, ahora ratificada por el plenario, derrumbe las restricciones impuestas al aborto en todo el territorio europeo.
El mismo día que el Informe Matić fue votado, durante el debate de la Ley de Neutralidad Climática, la diputada finlandesa Laura Huhtasaari, advirtió tajante: «si el día de mañana este Parlamento determina que los bosques finlandeses ya no serán nuestros sino de la UE, ese día la dejaremos». Pues bien, parece que llegó el tiempo en que los países miembros recuerden que los niños valen más que los árboles.