La Unión Europea Comisión está a punto de votar un acuerdo entre la UE y las regiones del Pacífico, el Caribe y África que implica un nuevo acuerdo de desarrollo y cooperación de 20 años. Ha generado preocupación entre los defensores pro-familia y pro-vida por contener temas controvertidos como el derecho al aborto y la educación integral en sexualidad (EIS).
El extenso documento cubre básicamente todos los aspectos de la vida, desde los negocios hasta la educación, pasando por la atención médica, incluidas las cuestiones familiares y de la vida. Este no fue el caso del anterior acuerdo de 20 años firmado con las mismas regiones, llamado Acuerdo de Cotonou, que se supone que será reemplazado por esta nueva asociación hacia fines de 2021. Sin embargo, dado que este nuevo acuerdo va más allá del alcance del Acuerdo de Cotonou y abordar nuevas áreas de la vida, y de esta manera hacer que los firmantes implementen y apliquen ciertas nuevas disposiciones, que tienen por objeto garantizar la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR), y la ya mencionada educación integral en sexualidad. Y de hecho, ni la SDSR ni la EIS son universalmente aceptados en toda la Unión Europea, entonces, ¿por qué quiere imponerla también a otras naciones?
Este es un tema que requiere una respuesta de nuestra parte.
El Acuerdo es jurídicamente vinculante, es decir, si no se cumplen las condiciones establecidas en el acuerdo, la UE puede suspender todas las ayudas que se compromete a remitir a los países signatarios. Sí, toda la ayuda que se gastaría en desarrollo sería revocada si no se cumplen los “estándares de aborto o LGBTQ”.
Antes de que el Acuerdo llegue a los Estados-nación del Pacífico, el Caribe y África, el Consejo de la UE y el Parlamento deberán votarlo, y el anterior órgano aún podrá agregar o eliminar párrafos. Esta votación en el Consejo está a punto de realizarse en las próximas semanas.