Desde hoy, 10 de mayo, Katalin Novák es oficialmente presidente de Hungría. Con solo 44 años, casada y con tres hijos, la hasta hace poco cabeza de la Political Network for Values, es la primera mujer a ocupar ese cargo y la primera al frente del país desde 1780, cuando concluyó el gobierno de la reina Maria Teresa.
Fue electa el pasado 10 de marzo por el Parlamento para sustituir a Janos Ader, por 137 votos de los 188 votos emitidos; y en su nueva función será durante cinco años jefe de Estado y comandante de las Fuerzas Armadas; podrá vetar leyes que considere nocivas al país y enviarlas al Tribunal Constitucional para revisión.
Novák, fue vicepresidenta del partido Fidesz, ministra de Familia en el gobierno de Viktor Orbán y la principal responsable de implementar una serie de políticas públicas, con enfoque subsidiario y no asistencialista, que han reconfigurado el panorama social del país.
Gracias a una década de trabajo, Hugría hoy experimenta un significativo crecimiento demográfico, incremento en los matrimonios y en el promedio de hijos por familia, caída en los divorcios y abortos, mecanismos efectivos de integración de los abuelos y de amparo a mujeres y familias en situación de vulnerabilidad. Además de una especial atención al problema habitacional de las familias húngaras.
Novak está convencida que la regeneración de la sociedad pasa por el fortalecimiento del núcleo familiar. En su primer discurso ante el parlamento pidió la ayuda de Dios y prometió «ser una buena jefa de Estado que defienda la familia como base de la soberanía».
Y refiriendose a la novedad de ser la primer mujer electa como Presidente, en esa ocasión, dijo: «las mujeres criamos a los niños, atendemos a los enfermos, cocinamos y trabajamos por dos si es necesario, ganamos dinero, enseñamos, recibimos premios Nobel y limpiamos ventanas. Conocemos el poder de la palabra, pero somos capaces de permanecer en un segundo plano y callar cuando es necesario. Y protegemos a nuestras familias cuando se ven amenazadas, incluso con más fiereza que los hombres. Deseo ser una buena Presidenta de Hungría no a pesar de ser mujer, sino por serlo».